viernes, 14 de enero de 2011

No es decadencia, no es hostilidad

A veces debería dejar de pensar en lo que me hace infeliz para pensar por primera vez en mi; todos lucen sonrientes con las luces diurnas, y se pacifican con sobredosis extremas de vulnerabilidad, de estupidez y de esa creatividad prediseñada que todos quieren tener.

No soy la hija lúgubre de las pasiones caidas, aunque siempre me encontrarás en un afán perseguidor por alcanzar a la muerte; sin embargo, mi própósito verdadero no es el de volverme una necrófila permanente ni de existir como tu sueño de libertyad oportuna, mi único deseo es poseer las verdades incesantes de tus martirios, yo vivo de tu constante pesar.

Buscabas el beso del frío, no se puede negar la belleza irradiada de tal placer ¿Es que acaso el destino te alcanzó cuando decidiste mirar un poco más? quizás tienes mucho por delante a pesar de haber buscado la muerte. Tal vez sólo todo ha sido uno de esos malos sueños que te arruinan la semana, porque se vuelven obsesivos. O quien sabe, podría ser que esté hablando de más.

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